¿Árbitra o demonio?
- Charly Chiaramonte
- 5 jun 2021
- 3 Min. de lectura
Se cumplen 25 años de un hecho histórico que cambió el rumbo del arbitraje argentino. Florencia Romano, quien luchó contra los fantasmas del machismo en el fútbol, decidió hacer una huelga de hambre frente al edificio de la AFA, luego de no ser incluida en la nómina de árbitros profesionales. Esto marcó un antes y un después para la participación femenina en esta rama.
Oriunda de Tucumán, tuvo una infancia muy relacionada con el fútbol. Atajó en Tucumán Central haciéndose pasar por niño, bajo el nombre de “Roque”. Camuflada, con pelo corto y documento falso. Su cómplice: el entrenador, nadie más lo sabía.

Estudió y se graduó de árbitra con uno de los mejores promedios de su promoción. Comenzó a dirigir en partidos de divisiones inferiores, pero el problema estuvo cuando le expresó su deseo de arbitrar en primera división al entonces presidente del Colegio de Árbitros de Tucumán, Julio Cesar Gutiérrez, quien le respondió con un rotundo: “Es imposible”.
La odisea recién empezaba para Florencia, luego de la negativa en Tucumán, decidió emprender nuevos rumbos y continuar su carrera en Buenos Aires. Los palos en la rueda siempre estuvieron, pero ella nunca se dio por vencida.
Florencia Romano, realizó una nota para el Diario El Gráfico, donde contó alguna de sus intimidades. Clickeá el enlace y mira. https://www.elgrafico.com.ar/articulo/1088/34305/villa-real
Rindió nuevamente en el Sindicato de Árbitros de la República Argentina (SADRA), donde volvió a destacarse por sus calificaciones académicas. Lo curioso fue que debió realizar un curso que ya había hecho en Tucumán y, al terminarlo, le impusieron otro. Solo a ella, mientras que sus compañeros ya ejercían el oficio.
Un día como hoy, pero de 1996, luego de enviar una carta documento a la AFA para ser incluida en la nómina de árbitros y no recibir respuestas, decidió comenzar una huelga de hambre frente al edificio de calle Viamonte. Allí por fin logró llamar la atención de los medios.
El mandamás de la entidad en ese momento, Julio Humberto Grondona, declaró ante los medios: “No es sensato que una mujer dirija un partido de fútbol”. Romano logró, después de varias pujas, llevarlo a retractarse al Congreso de la Nación. Al salir de la audiencia, Grondona declaró: “Florencia va a ser probada como todos los árbitros, todos van a tener la posibilidad. No va a haber inconvenientes y las mujeres podrán arbitrar igual o mejor que los hombres”.
"Mi sueño es llegar a dirigir a primer nivel en Argentina, después ser árbitro internacional y llegar a arbitrar en un Mundial", expresó Florencia Romano.
Dos años después, llegó el día, un 4 de abril de 1998 se convirtió en la primera mujer en dirigir un partido oficial de AFA: Victoriano Arenas contra Deportivo Muñiz, quienes militaban en la categoría Primera D. Fue victoria del conjunto local por un contundente 6 a 0.
La parcialidad local no trató bien a Romano esa tarde, la desprestigiaron con cánticos machistas que no valen la pena citar. A medida que avanzó el encuentro, se fue diluyendo el clima hostil.
El dato: hubo tres expulsiones. Una en el equipo local y las otras dos para la visita. Además de haber pitado un penal para cada lado.
Florencia Romano arbitrando Victoriano Arenas contra Muñiz. Gentileza: TN Deportivo.
En el 2003, ya siendo árbitra internacional de la FIFA, estuvo presente en los sudamericanos femeninos de ese mismo año y en el del 2006. También formó parte de la Copa Mundial Femenina del 2003 en Estados Unidos.
Hasta 2017 se la vio impartiendo justicia en los torneos de Reserva. Ahora se alejó del verde césped y volvió a Tucumán, donde se dedica a las artes plásticas, al ajedrez y a la poesía.

Florencia Romano fue sinónimo de lucha, constancia y perseverancia. Su objetivo siempre fue claro y jamás bajó los brazos ante las adversidades. Gracias a ella, se le abrieron muchas puertas al género femenino en este último tiempo. Casos como: María Belén Bevilacqua, la primera colegiada cordobesa en tener contrato con AFA; María Florencia Arizmendi, también de Córdoba, se desempeña como árbitra asistente de la Liga de Río Cuarto; Gisela Trucco (ya consolidada en el futbol profesional), fue la primera mujer en ser parte de una terna arbitral de Primera División AFA.
¡La historia recién se está escribiendo!
Buena nota Charly !