Un récord total: el partido de tenis que duró tres días
- Agustin De Antonio
- 23 jun 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 30 jun 2020
Entre el 22 y 24 de junio de 2010, el estadounidense John Isner y el francés Nicolas Mahut protagonizaron, en Wimbledon, el encuentro más largo de la historia.

La foto final es maravillosa. Demuestra todo lo que sucedió: quien ganó, quien perdió y quién lo disfrutó en primera fila. Es algo habitual en el All-England Club de Londres que los partidos largos continúen al día siguiente, por el formato del quinto set (no hay tie break, se define a diferencia de dos games) y porque las canchas no tienen luz artificial. Por lo tanto, cuando se va el sol, se acaba el juego. Lo que no es para nada común es que un duelo de primera ronda, donde suelen verse las mayores ventajas entre los jugadores top y los de ranking más bajo, dure casi medio día.
El estadounidense John Isner, preclasificado número 23, y el francés Nicolas Mahut, que ingresó al cuadro principal tras pasar por la clasificación, comenzaron a jugar su partido de primera ronda de Wimbledon, el tercer Grand Slam del circuito profesional de tenis, el martes 22 de junio de 2010 a las 18.13 (hora londinense). Los dos primeros sets tuvieron una duración razonable, entre ambos sumaron 61 minutos (32 y 29). El primero fue para Isner (6-4) y el segundo para Mahut (6-3). Los parciales siguientes anunciaron de alguna manera lo que sucedería. Nicolas ganó el tercero 7-6 (7) y John se llevó el cuarto, también en desempate: 7-6 (3). El juez marroquí Mohamed Lahyani decidió cortar la acción del día cuando el reloj marcaba las 21.07, ya sin visibilidad clara.

Al día siguiente, miércoles 23, regresaron a la cancha 18 y retomaron el duelo a las 14.05, igualados en dos sets y cerca de las cinco horas de juego. Se definía un partido que, hasta el momento, no tenía nada fuera de lo común. A las 21:13, el tablero del fondo del court marcaba 59-59 en el casillero de la última manga. Jugaron seis horas ininterrumpidas, lo que era el récord del partido más largo que se había jugado (Roland Garros 2004: Fabrice Santoro vs. Arnaud Clement, 6:33), pero en un solo set. Habían pasado dos grupos de 14 jueces de línea y cuatro grupos de 28 pasa-pelotas. Y en ese momento, otra vez se paró. Ya no era para nada habitual lo que sucedía. Un partido de tenis dividido en tres días. Una locura.
Mientras las máximas figuras como Roger Federer y Serena Williams, entre otros, veían el partido desde el vestuario, la reina Isabel II, que no presenciaba el evento hacía más de 30 años, se acercó al complejo para ver los últimos puntos. A las 15:40 de ese jueves 24 de junio, se reanudó el juego y a las 16:48, el estadounidense aprovechó su quinto match point con un revés paralelo que dejó derrotado al francés en la red. 70-68, un resultado de partido de básquet para el quinto set de uno de tenis. La organización de Wimbledon tuvo el tiempo necesario para preparar un cierre especial con plaquetas y una ceremonia que dio por finalizado el, nunca mejor llamado, partido. El resultado fue 6-4, 3-6, 6-7 (7), 7-6 (3), 70-68 para John Isner en 11 horas, 6 minutos y 23 segundos.

Claro que los analistas no obviaron el hecho, el juego fue estadística pura. Los récords llegaron a niveles insospechados y, quizás algunos, insuperables. Además del de la duración, se rompieron nueve más: mayor cantidad de puntos en un partido (980), mayor cantidad de puntos ganados en un partido (Mahut, 502), mayor cantidad de games ganados por jugador en un partido (Isner, 92) y en segundo lugar (Mahut, 91), games consecutivos de servicio mantenidos en un partido (168: 84 veces cada uno), mayor cantidad de aces en un partido (216), mayor cantidad de aces realizados por un solo jugador en un partido (Isner, 113) y los 103 que consiguió Mahut son la segunda mayor cantidad, más games en un partido (183), más games en un set (138 en el quinto) y set más largo (el quinto duró 8 horas y 11 minutos).
A diez años, con Nicolas Mahut retirado y con John Isner cerca del final de su carrera, los protagonistas recuerdan el hecho con sonrisas y chistes en redes sociales. La madurez es una de las cosas que te da el deporte y los deportistas brindan páginas para completar libros. Ellos dos estarán por siempre en el capítulo dorado del partido más largo de la historia del tenis.
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